Trump amenaza con aranceles y Sheinbaum reitera: “México no se subordina”

La gira presidencial de Claudia Sheinbaum por el norte del país tuvo un giro inesperado al coincidir con una carta pública enviada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en la que anunciaba un nuevo paquete de aranceles del 30% a productos mexicanos. Pero lejos de retroceder, Sheinbaum se mantuvo firme: “Ya tengo experiencia con estas cosas”.
En Vícam, Sonora, por la mañana, Sheinbaum ya había dado una primera respuesta a Trump, pero fue en Ensenada, Baja California, donde reiteró con más fuerza su postura:
“Pienso que vamos a llegar a un acuerdo, pero es muy importante que los mexicanos sepan que nunca vamos a negociar algo en contra del pueblo de México”.
Esta declaración, cargada de firmeza y orgullo nacional, conecta directamente con una etapa previa de su carrera cuando, como jefa de gobierno, ya enfrentó presiones internacionales. Pero ahora, como Presidenta de la República, la carga y la mirada del mundo están sobre ella.
Mientras la mandataria recorría Baja California, el gobierno mexicano instaló una mesa de trabajo en Washington con el fin de atender el tema de los aranceles. La delegación incluye al secretario de Economía, Marcelo Ebrard, y representantes de Relaciones Exteriores, Hacienda y Energía.
Esto demuestra que, mientras se defienden principios, también hay una estrategia diplomática activa para resolver el conflicto sin recurrir al enfrentamiento.
“México es un país libre, independiente y soberano. Negociamos como iguales. Nos coordinamos, colaboramos, pero nunca nos subordinamos.”
Las palabras de Sheinbaum calaron hondo entre los asistentes al evento y en redes sociales, donde su frase “México no se subordina” comenzó a circular como símbolo de identidad nacional.
El momento refleja una nueva etapa de la política exterior mexicana, donde se busca equilibrio entre el diálogo y la dignidad.
El mismo día que respondía a Trump, la Presidenta también inauguró la primera etapa del Hospital General Regional número 23 del IMSS en Ensenada. Se trata de una obra largamente esperada por la población, que desde los años 60 no contaba con un nuevo hospital del IMSS.
- 216 camas
- 46 especialidades
- Más de 120 mil consultas anuales
- Atención a más de 300 mil derechohabientes
La Presidenta se comprometió a regresar en año y medio para inaugurar la segunda etapa. Este hospital representa no solo una mejora tangible en la infraestructura médica, sino un gesto simbólico de atención a una región históricamente rezagada.
En su visita a Ensenada, la mandataria también fue recibida por un grupo de manifestantes que protestan contra la ampliación del puerto hacia la zona de El Sauzal. Los inconformes denunciaron que la obra pondría en riesgo tres de las playas de surf más importantes del estado.
Lejos de ignorarlos, Sheinbaum anunció que se abrirá un proceso de diálogo:
“Si la gente no quiere, no se hará”.
Esta declaración destaca un enfoque participativo y sensible al medio ambiente, que contrasta con políticas anteriores que privilegiaban el desarrollo económico a toda costa.
En una sola jornada, Sheinbaum dejó ver tres facetas de su liderazgo:
- La diplomática, al enfrentar con temple la presión internacional de Trump.
- La social, al inaugurar un hospital histórico.
- Y la ambiental, al comprometerse con el sentir de la población local ante un megaproyecto.
Su estilo combina experiencia, determinación y cercanía, lo que podría marcar un antes y un después en la manera de ejercer el poder presidencial en México.
La Verdad Yucatán